Cuando se creó el sistema autonómico en España se argumento que serviría para acercar el poder a los ciudadanos de forma que así estos podrían controlarlo mejor. La idea parecía buena y tenía cierta lógica, pero tras casi cuarenta años de sistema ya podemos hacer balance y decir sin ambages que para lo que ha servido es para que el poder controle desde más cerca y más férreamente a los ciudadanos.
La prueba más clara de lo que digo es la rampante corrupción que vemos en gran parte de las administraciones autonómicas y locales y no quiero generalizar con la política, es mentira esa afirmación anti democrática que afirma que todos/as los políticos sean corruptos. Estas administraciones locales se suponía que al estar más cerca del ciudadano tenían que ser más limpias porque el ciudadano las controlaría mejor que al gobierno central, pero eso no pasa. Cuando el control es más cercano, el ciudadano se ve asfixiado por una atmósfera que le impide ver otra cosa que lo que el poder quiere que vea. Basta con ver las televisiones autonómicas que se han convertido en instrumentos de perpetuación del poder y eso pasa con la practica totalidad de ellas, sea el partido gobernante de un signo u otro.
Las televisiones autonómicas de España. (Haz click para agrandar)
El crecimiento personal necesita de libertad y el crecimiento económico necesita de instituciones limpias y estas no se pueden conseguir sin la sensación de impunidad que da el saber que controlas con mano férrea la sociedad.